Rafael Medina Núñez es un modesto comerciante que vende de
todo con tal de mantener a su madre y a su hermana. Una desafortunada noche, al
volver a casa en su viejo automóvil Ford modelo 1986 al cual cariñosamente
llama "el pantera" (por ser de color negro) de una desastrosa cita de
negocios, saca accidentalmente de la carretera a un automóvil que cae por un
abismo profundo. Tras dudarlo mucho, Rafael decide ir en auxilio del
accidentado conductor, y se encuentra con una bella mujer, de nombre Alejandra
Álvarez del Castillo, gerente de ventas de una poderosa concesionaria que
distribuye vehículos Ford, que está destrozada y delirante. Rafael lleva a
Alejandra a una clínica, y aquí su vida sufre un giro total e inesperado, que
lo hará cuestionarse si valió la pena sacarla de allí y salvarle la vida.Al
llegar a la clínica, la policía lo arresta por presentarse con un herido de
sangre. Además, Alejandra lo delata con la poca lucidez que le queda. Rafael
debe, pues, enfrentarse un infierno legal y económico.Alejandra sufre múltiples
y graves fracturas en todo el cuerpo. Estaba a punto de casarse con un
distinguido, temido y despreciable hombre que fingía ser abogado para vivir a
costillas de la fortuna del padre de Alejandra y quitarle una propiedad y disimuladamente
su dinero, y el accidente le estropea totalmente la boda. Su automóvil está
totalmente destrozado y el seguro no cubre todas las reparaciones; por si fuera
poco, recibe una cláusula de incumplimiento por no presentarse a la firma de
las escrituras de su futuro apartamento y pierde negocios importantes. Además,
la convalecencia la aleja de su trabajo de ejecutiva durante un mes, lo que le
ocasiona grandes pérdidas a su empresa.Alejandra debe entonces someterse a una
delicada operación con terapia de rehabilitación en los Estados Unidos, sin
embargo, no tiene cómo pagar los daños, pues su familia, aristocrática y muy
pudiente en el pasado, atraviesa por serios problemas económicos y tiene todos
sus bienes embargados gracias a Marco (su novio).Rafael llega a un acuerdo con
el novio de Alejandra. Le pide que lo deje salir de la cárcel a cambio de pagar
el dinero que él jamás ha visto en toda su vida. El convenio es muy sencillo:
Alejandra pide un préstamo bancario por ese dinero (pues a él jamás le prestarían
nada en un banco) y él se compromete a pagarlo durante tres años, a razón de
treintaiséis cuotas mensuales de ciento cincuenta mil pesos; una cifra absurda
si se piensa que en los mejores meses de su vida apenas ha logrado ganar cinco
mil pesos.Sin estudios universitarios, Rafael inicia una carrera loca por
hallar un trabajo que le ofrezca más de seis millones de pesos. La ciudad es
exigente y, como es de suponer, no lo logra. Sin embargo, hay otra oportunidad:
esta vez, aunque odiándolo, será Alejandra quien emplee a Rafael en el
concesionario de automóviles para que el trabaja.Los dos empezarán a trabajar
juntos, en medio de un gran infierno generado por las presiones económicas y
por los reproches de ella debido al accidente. Rafael trabajará sin tregua las
veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, bajo el látigo
implacable de Alejandra. Los dos entienden que deben soportarse por un tiempo,
hasta que el dinero los separe.Es una relación de odio, pero los dos dependen mutuamente,
comparten mucho tiempo y muchas aventuras juntos, y, sin quererlo, su relación
dará un giro de 180°. Desde entonces, nace el amor entre ellos a pesar de las
interferencias de sus familias y se conviertan en marido y mujer.
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